Lo primero que voy a destacar de Valkiria (2008) es el hecho de que refleja una realidad: no todo el pueblo alemán de mediados del siglo pasado apoyaba a Hitler, y de quienes le apoyaban, no todos ellos estaban de acuerdo con su enemistad con la Unión Soviética, su racismo exacerbado y decenas de cosas más. Alemania, en esa época, no era una masa descerebrada de zombis al servicio de Hitler.
Tan sólo por eso ya la película de Bryan Singer (Sospechosos habituales, X-Men) merece ser reconocida. Pero también son muy destacables la ambientación (más que correcta) de la época, las locaciones recreadas, las soberbias actuaciones de los coprotagonistas y, sobre todo, el nivel de tensión que el director mantiene durante toda la película.
Salvo la secuencia inicial, en esta película prácticamente no hay disparos o explosiones. Pero os aseguro que cada vez estaréis más reclinados sobre vuestros asientos, tratando de no perder detalle, tratando de adivinar cual será el desenlace (aun teniendo en cuenta de que se trata de un hecho histórico) y el destino de los protagonistas. El ritmo con el que son contados los «hechos» también ayuda mucho a mantener nuestro interés.
Ahora, el tema de la actuación de Tom Cruise (Magnolia, Vanilla Sky, Eyes Wide Shut). Algunos critican fuertemente su acento norteamericano para un personaje netamente alemán, otros dicen que parece que entro en modo automático cuando empezó la filmación y no volvió en sí hasta que esta termino. Para quienes hemos visto la versión doblada en España (muy buena, por cierto) el problema de los acentos no es tal. Y en mi opinión personal, creo que su personaje pedía una actuación muy contenida, tened en cuenta que Claus von Stauffenberg iba a traicionar al régimen y debía esconder todas sus dudas y nerviosismo.
Os aseguro que estamos ante una buena película bélica, donde importa mucho más tener una buena historia que contar que el hecho de disponer de efectos digitales de última generación. Muy recomendable.
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