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Primero, los dejo con mi critica de Alien: Covenant (Ridley Scott, 2017).

Empecemos con la semilla que generó todo el concepto, una pequeña película, olvidada por la mayoría, llamada Dark Star (1974). Esta película creada por John Carpenter y Dan O’Bannon contenía ya todos los elementos que luego heredaría el universo de Alien.

Cierto es que más que terror espiraba risa por los pocos medios de los que disponían el director y su equipo en el momento. Pero permitió más tarde a O’Bannon crear la historia que en manos de Ridley Scott se convertiría en un clásico moderno del cine de ciencia-ficción: Alíen, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979).

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Uno de los elementos que Scott introdujo en su primera película de la saga, y que no se encontraba en la idea original de O’Bannon, son los androides (o sintéticos). Mientras para la tripulación su principal tarea es sobrevivir, Los androides que parecen siempre acompañarlos (lo sepan ellos o no) tienen unas misiones o finalidades mucho más complejas.

En la primera película de la saga el androide es quien realmente tiene el poder y dirección de la misión sin que los tripulantes del Nostromo lo sepan. Éste responde ante una autoridad superior, quien considera la tripulación con un elemento superfluo para conseguir la meta. Sin embargo, en la segunda película, y a pesar de la desconfianza que Ripley (Sigourney Weaver) tiene ante el, el androide es al final un aliado indispensable.

Alien: Ellen Louise Ripley.
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Alien: Ellen Louise Ripley.

También habrás notado por los títulos de las últimas dos películas de la saga de Alien, que el nombre de la nave espacial juega siempre un papel muy importante en la historia, por ejemplo Nostromo significa Contramaestre (y podría tener alguna relación con la novela del mismo nombre de 1904 del escritor Joseph Conrad).

Así que ya podemos hablar de tres elementos importantes en todas las historias de esta saga. Primero está el elemento pasivo que es la nave espacial en sí, la cual permite el viaje y sirve como elemento protector inicial. Luego tenemos a los seres sintéticos quienes siempre funcionan como elemento catalizador de la aventura del personaje principal, su papel es caótico ya que pueden ser amigos o enemigos. Y por último tenemos a la heroína, dramática en este caso ya que rara vez consigue su meta.

Para mí, y recalco que es en mi propia visión, se trata de una Trinidad: madre, padre e hija.

Aún a la espera del último capítulo, veo a toda la saga de Alien como una historia de la evolución. Creo que es fácil de ver para todos aquellos que hayan visto ya la saga completa.

Piensen en cómo en la película de Prometheus se da mucho hincapié al androide David (Michael Fassbender) Y su relación con su creador (algo que se vuelve a tratar al principio de Covenant), una relación que unida a el papel que juegan los androides las siguientes películas nos muestra como ellos son la descendencia evolutiva de la humanidad.

¡Danger Spoilers ahead!

En Covenant vemos como David destruye completamente a los «Ingenieros» (quienes nos crearon), sin ningún miramiento o curiosidad. Una actitud completamente diferente a la que la doctora Shawn (Noomi Rapace) parecía tener. Y esto es porque David ya había superado su conflicto interior ante su creador, careciendo así de ningún interés por los creadores de los humanos. Lo único que motiva a David es convertirse el mismo en creador, ser el mismo el ingeniero de una nueva especie que lo supere tanto a él como a sus creadores.

Sin saber aún qué es lo que desvela la última película de la trilogía nueva que ha creado Scott, pero sabiendo que es una precuela a la tetralogía de películas de Alien, podemos saltar hasta la última de toda la saga Alien: resurrection (Jean-Pierre Jeunet, 1997). Donde bajo la protección del ginoide más avanzado que ha creado la humanidad, surge la fusión final entre un Xenomorfo y un humano.

¿Qué opinan ustedes, voy bien encaminado o es simplemente una coincidencia?

About Post Author

Santiago Valverde

Soy alegre, algo misántropo, con un ligero toque de humor negro. Me encanta la informática y el diseño gráfico, ir al cine, la música, leer y escribir. Como puedes ver, casi todas mis aficiones son de las que te dejan ciego a los 50, como le pasó a Sabato. He vivido en muchos países, por lo cual tengo un acento llamativo. Soy una persona comprometida con lo que creo, así que no te extrañe que terminemos teniendo charlas inteligentes. Disfruto siendo superficial por un momento pero las personas muy vacuas me aburren. Me gustaría encontrar personas que compartan conmigo el deseo de crear constantemente.
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