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Después de muchos años (12) de trabajar como profesor he cambiado las tornas, me he convertido en un alumno más del curso de desarrollo de aplicaciones informáticas. De momento no es que me este divirtiendo mucho. Es inevitable que me toque ver todo aquello que ya había enseñado a mis propios alumnos. Como ya os imaginaréis tampoco puedo evitar analizar a mis profesores y sus costumbres, de ahí que haya decidido hacer esta pequeña guía de lo que debéis hacer si os toca dictar un curso de informática y queréis ser recordados para toda la eternidad.

  • Uno. Escribe el código directamente en la pizarra con un marcador de color, el rojo es el mejor, usando letra caligráfica, pequeña y retorciendo al máximo símbolos y caracteres especiales (por ejemplo, convirtiendo el signo «%» en una pajarita).
  • Dos. Es muy importante que no escribas horizontalmente, hay que permitir que las líneas caigan y, de ser posible, se apiñen. NO uses el centro de la pizarra, y si lo haces, enciende el proyector para que cubra el texto con alegres diapositivas.
    • Corolario del punto Dos: Aprovecha extensamente todos los espacios vacíos que queden al llenar la pizarra. No importa que se solapen los trazos, cual plato de espaguetis, para eso usamos marcadores de colores ¿no?
  • Tres. ¿Internet? Quién fue el sacrílego que nombro a la bestia. Recordad que la Red no sólo es un peligro para talentosas nuevas directoras de cine, si no para los profesores que tan cómodamente copiábamos… ¡Perdón! Sacábamos material de apoyo prestado de nuestros colegas. Por lo tanto haz esto:
    1. Lo primero que debes hacer es desconectar la Internet, no sea que alguien busque manuales o ejercicios en la Red y se encuentre con el autor original.
    2. Sí alguien pide que conectes la Red, tú di que con el material que tu das van sobrados ¿para qué buscar más? o que la desconectas para que se puedan mantener concentrados.
    3. No se te ocurra proponerles investigaciones, darles direcciones de la Web, crear grupos de discusión o foros para tus alumnos, etc. Corres el peligro de que terminen sabiendo más que tú.
  • Cuatro. No malgastes tu tiempo libre repasando, o directamente enterándote, de los contenidos que vas a dictar en la próxima clase. ¿Para qué? Llévate un libro y se lo lees a tus alumnos. Si llegas a un ejercicio de los complicaditos, da igual, tú paras y te tomas tu tiempo en resolverlo, o mejor aun, diles a tus alumnos que lo hagan por ti, bajo amenaza de que lo vas a calificar.
  • Cinco. Si los alumnos te piden que expliques algo que has dicho, tú simula muy teatralmente que lo vas a hacer para luego zanjar el tema diciendo que ya lo harás más tarde, agregando, «no os preocupéis, si es muy fácil». Está es la mítica técnica de Marear la Perdiz, que te permite pasar de temas escabrosos y apurar el temario sin prepararlo mucho.
  • Por último, pero no menos importante, Recuerda siempre que nosotros somos como los bancos, si hay crisis quienes se hunden son nuestros clientes, no nosotros. Cuando un alumno te critique cualquiera de las aptitudes anteriormente enumeradas, deja bien claro y de forma tajante, que ellos tienen mucho más que perder si alteran tu tranquilidad.
    • Corolario del último punto: mantener un ambiente de terror es bueno. De vez en cuando enumérales a tus alumnos la amplia gama de razones por las que pueden perder décimas en su nota final.

Si pones en practica todas estas sanas y cómodas costumbres en el aula, lograrás ser profundamente odiado recordado (y tu mamá también) durante mucho tiempo. Pero que más da eso, lo que importa es que así te diviertes y, al final, recibes el sueldo de igual manera.

Nota: por si hay alguién ahí fuera que se haya tomado esto en serío sólo puedo decir una cosa, «Que Azathoth se apiade de las almas de tus alumnos».

About Post Author

Santiago Valverde

Soy alegre, algo misántropo, con un ligero toque de humor negro. Me encanta la informática y el diseño gráfico, ir al cine, la música, leer y escribir. Como puedes ver, casi todas mis aficiones son de las que te dejan ciego a los 50, como le pasó a Sabato. He vivido en muchos países, por lo cual tengo un acento llamativo. Soy una persona comprometida con lo que creo, así que no te extrañe que terminemos teniendo charlas inteligentes. Disfruto siendo superficial por un momento pero las personas muy vacuas me aburren. Me gustaría encontrar personas que compartan conmigo el deseo de crear constantemente.
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4 thoughts on “Pequeña guía para los profesores de informática

    1. Un saludo Ramón, te agrade mucho tu comentario.

      Esta entrada proviene de una experiencia real en la que tuve que cambiar mi papel de profesor por el de alumno en una formación profesional. Lo cual me permitió analizar un poco los vicios de mis profesores. 😛

      Te deseo mucha suerte en la consecución de tu sueño.

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